Aceite Esencial de Lavanda: Un viaje místico a través de su Historia, Usos y Beneficios

aceite esencial de lavanda

¿Qué es el Aceite Esencial de Lavanda?

El aceite esencial de lavanda se obtiene principalmente a través de la destilación al vapor de las flores de la planta. Este aceíte es conocido por su aroma calmante y sus múltiples propiedades terapéuticas. Es uno de los aceites esenciales más populares y versátiles utilizados en la aromaterapia.

La lavanda una planta ancestral

La lavanda, conocida científicamente como Lavandula, es una planta que ha cautivado a la humanidad desde tiempos antiguos. Su nombre proviene del latín «lavare», que significa «lavar», debido a su uso frecuente en baños para purificar el cuerpo y el espíritu. Esta planta, nativa del Mediterráneo, norte y este de África, y regiones del sudeste de India, es famosa por sus flores fragantes y su color púrpura distintivo.

aceite esencial de lavanda

Historia de la Lavanda

La historia de la lavanda se remonta a más de 2,500 años. Los egipcios la usaban en el proceso de momificación y como perfume. Los romanos la valoraban por sus propiedades de limpieza, y la utilizaban para aromatizar sus baños, camas, ropa y hasta el aire. En la Edad Media, la lavanda seguía siendo un ingrediente esencial en los herbolaria y era empleada para repeler insectos y como desinfectante. Durante la Gran Plaga de Londres en el siglo XVII, se creía que la lavanda podía proteger contra la enfermedad, y los guantes impregnados con su esencia eran un accesorio común entre los médicos de la época.

Antigüedad

Egipto: Los antiguos egipcios utilizaban la lavanda en el proceso de embalsamamiento y momificación. Se cree que el aceite de lavanda se usaba también como perfume y para masajes.

Grecia y Roma: Los griegos, que llamaban a la lavanda «nardus» o «nard», la usaban para tratar dolencias y problemas de la piel. Los romanos valoraban la lavanda por sus cualidades antisépticas, usándola para bañarse, cocinar y purificar el aire. La palabra «lavanda» proviene del verbo latino «lavare», que significa «lavar», lo que refleja su uso común en baños.

Edad Media y Renacimiento

– Durante la Edad Media, la lavanda continuó siendo una planta popular tanto por sus cualidades aromáticas como medicinales. Los monasterios y conventos cultivaban lavanda y otras hierbas para su uso en la medicina natural.

– La lavanda era también un símbolo de amor y se utilizaba en pociones y amuletos. Se creía que podía mantener a los malos espíritus a raya y se usaba para aromatizar y desinfectar en tiempos de enfermedad.

– En el Renacimiento, la lavanda se consideraba un lujo y se usaba en el agua de baño y para lavar ropa, especialmente por la nobleza y la realeza.

la lavanda y su historia

Siglo XVII en adelante

– En el siglo XVII, la lavanda se usaba para proteger contra la peste y otras enfermedades. Los guantes perfumados con lavanda eran populares y se pensaba que ofrecían protección adicional.

– Con el tiempo, la lavanda se incorporó en la perfumería y en la fabricación de jabones y aceites esenciales.

Era Victoriana

– Durante la era victoriana, la lavanda alcanzó un pico de popularidad. La Reina Victoria era una entusiasta de la lavanda, y su uso se hizo común en la limpieza del hogar y el cuidado personal.

– Los jardines de lavanda se hicieron populares, y la lavanda se usaba para todo, desde repeler insectos hasta aliviar dolores de cabeza.

Siglo XX hasta la actualidad

– A lo largo del siglo XX, la lavanda siguió siendo un ingrediente clave en la industria cosmética y farmacéutica. Su aceite esencial se hizo más accesible con la mejora de los métodos de destilación.

– La aromaterapia moderna ha revalorizado la lavanda por sus propiedades relajantes y terapéuticas.

– Hoy en día, la lavanda es cultivada en todo el mundo, y su uso se ha diversificado en la gastronomía, la medicina alternativa y el hogar.

¿Para qué sirve el aceite esencial de lavanda?

Usos y beneficios más conocidos

El aceite esencial de lavanda tiene un espectro amplio de aplicaciones y beneficios, tanto en la salud física como mental:

  1. Relajación y Manejo del Estrés: Uno de los usos más conocidos del aceite esencial de lavanda es su capacidad para promover la relajación y ayudar a gestionar el estrés y la ansiedad. La inhalación de su aroma puede reducir significativamente los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
  2. Mejora del Sueño: La lavanda se ha utilizado tradicionalmente para luchar contra el insomnio y mejorar la calidad del sueño. Unas gotas en la almohada o la utilización en un difusor pueden ayudar a inducir un estado de tranquilidad propicio para el descanso.
  3. Propiedades Antisépticas y Antiinflamatorias: El aceite de lavanda puede aplicarse sobre cortes, quemaduras y picaduras de insectos, ya que ayuda a desinfectar la herida y a reducir la inflamación y el dolor.
  4. Alivio del Dolor: Es conocido por sus efectos analgésicos, especialmente útil en casos de dolores musculares, reumáticos y de articulaciones. Un masaje con aceite de lavanda puede aliviar la tensión y el dolor.
  5. Cuidado de la Piel: Debido a sus propiedades regenerativas, el aceite esencial de lavanda es un ingrediente valioso en cosméticos para el cuidado de la piel. Puede ayudar a tratar el acné, eczemas, y a reducir la apariencia de cicatrices.
  6. Fragancia natural: Se utiliza en la fabricación de perfumes, productos de limpieza y ambientadores debido a su agradable aroma.
  7. Salud del Cabello: La lavanda puede ser beneficiosa para el cabello, contribuyendo a su crecimiento y como tratamiento anticaspa. También se utiliza para repeler piojos.

Otros usos poco conocidos en la medicina natural

  1. Apoyo Digestivo: La lavanda ha sido utilizada para aliviar diversos problemas digestivos, incluyendo gases, náuseas, vómitos y malestar estomacal.
  2. Repelente de insectos: El aceite de lavanda puede actuar como un repelente natural de mosquitos y otros insectos.
  3. Cicatrización de heridas: Puede promover la cicatrización de cortes, quemaduras y otras heridas debido a sus propiedades antimicrobianas y estimulantes de la regeneración de la piel.
  4. Alivio de problemas respiratorios: El aceite esencial de lavanda puede ser beneficioso en el alivio de síntomas de resfriados, alergias y asma al ser inhalado, ya que puede ayudar a despejar las vías respiratorias y reducir la inflamación.
  5. Propiedades antiespasmódicas: Puede ayudar a aliviar los espasmos musculares y los calambres cuando se aplica tópicamente.

Otro aceite esencial que te recomendamos para la relajación es el aceite esencial de eucalipto.

¿Cómo hacer aceite esencial de lavanda?

Hacer aceite esencial de lavanda en casa es un proceso que requiere destilación, que es un método complejo y que generalmente no se puede replicar adecuadamente sin el equipo adecuado. Sin embargo, puedes hacer un aceite infundido con lavanda, que aunque no es un «aceite esencial» propiamente dicho, puede capturar algunas de las propiedades y el aroma de la lavanda. Aquí te muestro cómo hacerlo:

Ingredientes y materiales:

  • Flores frescas o secas de lavanda
  • Aceite portador (como aceite de oliva, aceite de coco, aceite de almendras, etc.)
  • Frasco de vidrio con tapa
  • Colador o gasa
  • Recipiente oscuro para almacenar el aceite (opcional)

Instrucciones:

  1. Prepara la Lavanda: Si estás utilizando lavanda fresca, déjala secar durante unos días para reducir el contenido de agua, lo cual puede minimizar la posibilidad de que el aceite se ponga rancio. Si estás usando lavanda seca, está lista para usar.
  2. Llena el Frasco: Llena el frasco de vidrio con las flores de lavanda secas. No es necesario que las tritures o cortes.
  3. Añade el Aceite Portador: Vierte el aceite portador sobre las flores de lavanda hasta que estén completamente cubiertas. Asegúrate de dejar un poco de espacio en la parte superior del frasco.
  4. Cierra y Almacena el Frasco: Cierra el frasco herméticamente y colócalo en un lugar cálido y soleado. Una ventana soleada es un buen lugar para esto. La luz del sol ayudará a infundir el aceite con las propiedades de la lavanda.
  5. Espera y Agita: Deja el frasco en el lugar soleado durante al menos 3-6 semanas, agitándolo suavemente cada pocos días.
  6. Cuela el Aceite: Una vez que el aceite ha adquirido el aroma y las propiedades de la lavanda a tu satisfacción, cuela el aceite a través de un colador o una gasa para eliminar todas las flores de lavanda.
  7. Almacenamiento: Vierte el aceite infundido en un recipiente oscuro (si es posible) para prolongar su vida útil. Etiqueta el frasco con la fecha.
  8. Úsalo con Precaución: Puedes usar tu aceite infundido de lavanda de la misma manera que usarías un aceite esencial diluido, pero ten en cuenta que la potencia no será la misma que la de los aceites esenciales destilados comercialmente.

Es importante destacar que este aceite infundido no tendrá la misma concentración de compuestos volátiles que un aceite esencial puro y, por lo tanto, sus efectos pueden ser más suaves. Además, asegúrate de almacenar el aceite infundido en un lugar fresco y oscuro para preservar sus propiedades por más tiempo.

¿Con qué mezclar aceite esencial de lavanda?

El aceite esencial de lavanda es uno de los más versátiles y se puede mezclar con una variedad de sustancias para diferentes propósitos. Aquí hay algunas opciones comunes para mezclar con aceite esencial de lavanda:

¿Con qué mezclar aceite esencial de lavanda?

Aceites portadores:

Para aplicaciones tópicas, el aceite esencial de lavanda debe diluirse con un aceite portador. Algunos aceites portadores populares incluyen:

  1. Aceite de coco
  2. Aceite de jojoba
  3. Aceite de almendras dulces
  4. Aceite de oliva
  5. Aceite de aguacate

La proporción de dilución recomendada generalmente es de 1 a 5% de aceite esencial en el aceite portador, lo que significa 1 a 5 gotas de aceite esencial por cada cucharadita de aceite portador, dependiendo de la sensibilidad de la piel y del uso previsto.

Otros aceites esenciales:

El aceite esencial de lavanda se mezcla bien con muchos otros aceites esenciales para diferentes efectos. Algunas combinaciones comunes son:

  1. Para relajación y sueño: manzanilla romana, cedro, incienso, o ylang-ylang.
  2. Para energizar y refrescar: cítricos como limón, naranja, pomelo, o menta.
  3. Para aliviar el estrés y la ansiedad: bergamota, geranio, o sándalo.
  4. Para un efecto equilibrante: palo de rosa, pachulí, o clary sage (salvia esclarea).

Productos de belleza y cuidado personal:

Puedes añadir unas gotas de aceite esencial de lavanda a:

  1. Champús y acondicionadores
  2. Lociones y cremas
  3. Geles de baño y jabones líquidos
  4. Sales de baño y bombas de baño

Productos de limpieza del hogar:

El aceite de lavanda se puede añadir a productos de limpieza caseros por su aroma y propiedades antibacterianas. Por ejemplo:

  1. Limpiadores multiusos
  2. Detergentes para la ropa
  3. Ambientadores y sprays de lino

Difusores:

Para aromaterapia, el aceite de lavanda se puede difundir solo o en una mezcla. Simplemente añade unas gotas al agua de tu difusor y sigue las instrucciones del dispositivo.

Baños de agua:

Unas gotas de aceite esencial de lavanda en un baño caliente pueden ser relajantes y terapéuticas. Mezcla el aceite con un emulsionante como leche, crema, o miel antes de añadirlo al agua para ayudar a dispersar el aceite.

Recuerda que los aceites esenciales son potentes y siempre deben usarse con precaución. Realiza una prueba de parche en la piel para descartar reacciones alérgicas antes de un uso más amplio. Si estás embarazada, amamantando, o tienes condiciones médicas subyacentes, consulta a un profesional de la salud antes de usar aceites esenciales.

Precauciones y Consideraciones sobre el Aceite Esencial de Lavanda

Aunque el aceite esencial de lavanda es generalmente seguro para la mayoría de las personas, es importante diluirlo correctamente antes de aplicarlo sobre la piel y realizar una prueba de alergia. Las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, así como las personas con condiciones médicas preexistentes, deben consultar a un profesional de la salud antes de su uso.

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